82 millones para pagar boletines de Conacyt
• Ricardo Balderas
La administración pasada del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) inyectó, a través de un fondo para el fortalecimiento educativo, más de 82 millones de pesos a la empresa de publicidad SCD Servicios Creativos Digitales, S.A. de C.V., con el objetivo de que esa firma realizara los trabajos que por organigrama corresponden al área de Comunicación Social del instituto de ciencia.
La transacción consistió en la firma de dos contratos entre Agencia Informativa Conacyt (AIC) encargada del área de Comunicación Social, y la empresa. El origen del dinero utilizado es el Fondo Institucional Conacyt (FOINS) que entre otras características, tiene como limitante que no debe de ser utilizado por las oficinas centrales del Conacyt, ni en su beneficio.
La empresa en cuestión (SCD) creó la web conacytprensa.mx con el objetivo de subir las notas de prensa del Conacyt. La SCD realizó la comunicación pública de la ciencia, según los contratos de los que PODER posee copias, entre los años 2015 y 2018. Es decir, aunque la SCD se encontraba detrás del sello de la AIC Conacyt desconoció estos contratos en solicitudes de transparencia en dos ocasiones.
La empresa fue constituida en el Estado de México en 2008 por los hermanos Enrique y Rodrigo Galindo Murillo. Enrique se ostenta ante las autoridades fiscales como publicista; Rodrigo es un Químico Farmacológico que se formó en temas de divulgación científica en la Universidad Autónoma de México.
La empresa recibió en 2015 a través del fondo 2250-6 (FOINS) un contrato por 38,976,000 pesos por el concepto de “servicios profesionales para realizar actividades con la estrategia de comunicación del Conayt”. Dicho acuerdo fue autorizado en 2016 por el doctor Víctor Gerardo Carreón como Secretario Administrativo y Miguel Adolfo Guajardo Mendoza como Secretario Técnico.
El año siguiente y bajo las mismas firmas, se concretó otro contrato con el mismo fin en el que se estipulaba la entrega de 43,430,400 pesos que provenían de los mismos fondos. En total la empresa creadora de sitios web recibió más de 82 millones de pesos en dos contratos por un espacio de tres años por realizar servicios que debieron estar cubiertos por la panilla laboral de Comunicación Social.
A decir del investigador Erik Cruz en su tesis sobre análisis de la divulgación científica, la contratación de esta empresa generó duplicidad de funciones en el organigrama del AIC, lo que impide que la publicación de autoridades sea transparente.
“La definición de la estructura interna de la AIC, el caso de esta agencia es particular porque existen dos propuestas de organigrama: uno planteado desde el Conacyt, en donde se ubica a esta organización como parte de la Unidad Técnica de Proyectos, Comunicación e Informática Estratégica, y otro, planteado por la empresa a cargo, en donde se instaura la jerarquización interna de la agencia. A decir verdad, de este último no se tienen evidencias documentales para revelar el organigrama” explica el especialista1.
Las malas prácticas en la gestión del FOINS
No es la primera ocasión que el FOINS es utilizado con fines ajenos a su creación. Se trata de la misma entidad financiera y partida presupuestal con la que El Foro Científico y Tecnológico A.C. logró suplantar funciones del Estado y hacerse, con dinero público, de una casona en una de las colonias más prestigiosas de la capital mexicana.
Específicamente Rodrigo Murillo, a través de la Sociedad de Química de México, tiene antecedentes de haber contactado con el Foro Consultivo Científico y Tecnológico A.C., gracias a un congreso que se efectúa de manera anual con diferentes sedes en el país.
La constancia de este evento, también en manos de este medio de comunicación, constata que el socio de la empresa SCD, Rodrigo Murillo, estuvo junto a Víctor Manuel Loyola del Comité de Trabajo de Ciencias Exactas y Naturales y Salud del Foro Consultivo Científico y Tecnológico A.C., cuando fue invitado a presentar uno de sus trabajos a este evento.
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La anomalía de la subcontratación fue detectada por algunos investigadores. En 2015 y 2017, se presentaron solicitudes de información al área correspondiente con el fin de detectar bajo qué términos se decretó que dichos trabajos fueran realizados por la empresa SCD con pocos años de experiencia. Pero en ambas solicitudes, la Dirección de transparencia a cargo de la Secretaria Técnica del Comité de Información del Conacyt, Tania Citlali Reyes Castrejón, respondió que la información solicitada no existía.
“Sobre esta solicitud de información te comento que el 9 de abril envíe la respuesta que señalaba que esta Dirección no tiene registro de contratos celebrados entre la empresa SCD Servicios Creativos Digitales y CONACYT. En el este sentido, desconozco si en otras áreas se tiene información al respecto”, explican en la solicitud con folios 17615.
No obstante las declaraciones de la Secretaría Técnica, la autoridad hizo caso omiso de las solicitudes de acceso a la información. PODER tuvo acceso a dos contratos firmados a favor de la empresa en cuestión, el primero data del 2015 al 2017 y el segundo al 2018.